El exministro de Transporte y Obras Públicas y exsecretario del Agua de Ecuador durante el gobierno del expresidente Rafael Correa, Walter Solís, fue capturado este miércoles en México por agentes de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).
Fuentes del gobierno de México confirmaron al medio Latinus la captura del exministro, quien fue solicitado en extradición la semana pasada por la Corte Nacional de Justicia de Ecuador, por el presunto desvío de 367 millones de dólares destinados a la reconstrucción de las provincias de Manabí y Esmeraldas, afectadas por el terremoto de 2016.
A Solís, quien trabajó en la istración de Correa entre el 2010 y el 2016, se le acusa por el presunto delito de peculado en el caso 'Reconstrucción de Manabí', donde personas naturales y jurídicas se habrían aprovechado del dinero público para atender la emergencia por el desastre natural.
Solís, quien tiene dos sentencias en su contra de ocho años de prisión, cada una por cohecho en el 'Caso Sobornos' y por peculado en el 'Caso Senagua', según detalló Ecuavisa, se mantenía como prófugo de la justicia ecuatoriana desde 2021, cuando solicitó el estatus de refugiado a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
Se presume que para que la Interpol procediera a detener a Solís, primero tuvo que solicitar y esperar la aprobación del gobierno de México. Sin embargo, las autoridades mexicanas aún no han dado detalles públicos del hecho.
Reacción de Correa
Sobre esto, el expresidente Correa indicó que Solís tiene refugio otorgado por México, gobierno que ha reconocido que su caso se trata de una "persecución política". "El caso 'Reconstrucción' es una ridiculez y fue reactivado por (la fiscal general) Diana Salazar, después de 5 años, como venganza por su juicio político. ¡Ya basta!".
En el caso 'Reconstrucción de Manabí también está procesado el exvicepresidente Jorge Glas, actualmente preso en la cárcel La Roca de Guayaquil, tras ser sacado por la fuerza por el gobierno de Daniel Noboa, quien ordenó el asalto de la embajada de México en Quito, para capturar al exfuncionario mientras se encontraba en esa sede diplomática en condición de asilo, acción que provocó una grave crisis entre ambos países.