El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, en una entrevista con el periodista ruso Pável Zarubin, proporcionó nuevos detalles sobre la llamada telefónica entre los presidentes de Rusia y EE.UU. que tuvo lugar esta semana.
El vocero reveló que la conversación entre Vladímir Putin y Donald Trump fue "bienintencionada, franca y constructiva" y que con todas las traducciones duró alrededor de dos horas, lo que "en términos de duración fue probablemente una de las conversaciones más largas entre los dos jefes de Estado".
"Normalmente las conversaciones telefónicas comienzan con las pruebas de conexión, las pruebas de sonido con la voz del intérprete, porque las palabras del presidente se traducen en ambos lados", detalló.
Además, según Peskov, el líder ruso estaba solo hablando con su par estadounidense. Respondiendo a la pregunta de Zarubin sobre por qué los dos mandatarios no hablaron por videollamada, el portavoz ruso indicó que esa fue la decisión de los presidentes y añadió que, si cualquiera de los dos mandatarios hubiese decidido llamar por medio de un puente de video, esa llamada también se hubiese podido organizar "casi instantáneamente", ya que la línea directa de video también se estableció y era segura, cosa que permitía a los líderes "negociar sobre los temas más delicados".
Además, Peskov no descartó que haya podido haber otros os entre Putin y Trump en los últimos meses, aparte de los anunciados oficialmente.
La preparación de la reunión entre Putin y Trump
Al mismo tiempo, el funcionario aseguró que la conversación telefónica era un paso hacia la reunión entre Putin y Trump. "Está claro que esta reunión tiene que prepararse adecuadamente. Primero tenemos que celebrar difíciles negociaciones técnicas y justo el lunes nuestros negociadores irán a Riad para iniciar este complejo proceso", aseveró.
- Putin y Trump sostuvieron la conversación telefónica este martes. Durante esa conversación, el presidente ruso aceptó la propuesta de su homólogo estadounidense de introducir un alto el fuego de 30 días en los ataques a infraestructuras energéticas de Rusia y Ucrania y dio la orden correspondiente al Ministerio de Defensa. El líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, manifestó públicamente que apoya el cese de fuego, pero desde entonces lo ha violado ya en varias ocasiones.