La Tierra se encuentra completamente sumergida en una corriente de plasma proveniente de una gran abertura coronal en el Sol, según informaron este domingo especialistas del Instituto de Investigación Espacial de la Academia Rusa de Ciencias.
Este fenómeno, que ha influido notablemente en el campo magnético terrestre desde la jornada anterior, se produjo luego de que el planeta ingresara en la zona de influencia de dicha abertura, generando una tormenta de nivel G2,3, escala con la que se mide la intensidad de las tormentas geomagnéticas. Desde entonces, el entorno espacial de la Tierra presenta condiciones extremas.
Los científicos señalan que la velocidad del viento solar actualmente oscila entre 700 y 800 km/s, el doble de lo habitual, mientras que la temperatura del gas en el entorno alcanza hasta medio millón de grados, más de cinco veces por encima de los niveles normales.
En este sentido, advierten que cambios en la estructura del flujo, como un ligero aumento en la densidad del plasma, podrían disparar una tormenta geomagnética en cualquier momento, con altas probabilidades de que se presenten uno o dos eventos de este tipo en las próximas horas.
Por otro lado, las posibilidades de observar auroras polares se mantienen altas. En cuanto a la actividad de erupciones solares, los científicos informan que se encuentra en niveles extremadamente bajos, casi nulos. Se espera que las altas velocidades del viento solar continúen hasta el 19 de mayo, para luego empezar a disminuir a partir del día siguiente.