En medio de un panorama económico y social complejo en Argentina, una reciente controversia se apoderó de la agenda en las redes y en la prensa: el cruce de declaraciones entre el reconocido actor Ricardo Darín y el actual ministro de Economía, Luis Toto' Caputo.
Todo comenzó el pasado fin de semana, cuando Darín, protagonista de la exitosa serie 'El Eternauta', se refirió en un programa televisivo a las dificultades económicas de mucha gente que "la está pasando muy mal" porque no puede llegar a fin de mes. Y añadió que no entendía cómo el Gobierno le pide a la ciudadanía que "saque los dólares del colchón".
En ese contexto, el artista tomó como ejemplo que una docena de empanadas cuesta 48.000 pesos (unos 41 dólares), un precio que, si bien existe, corresponde a una tienda que ofrece productos de alta cocina o 'gourmet'.
La reacción de Luis Caputo no se hizo esperar. En una entrevista con LN+, arremetió contra el actor, a quien llamó irónicamente "Ricardito", señalando: "Perdón por la sinceridad, pero me dio vergüencita ajena. Se quiso hacer el nacional y popular y dijo una estupidez que todavía lo están gastando (burlándose) en las redes".
"Quedate tranquilo, Ricardo, que la gente come empanadas ricas por 16.000 pesos (unos 14 dólares). Me alegro de que él pueda comer las más caras. Pero decir que las empanadas valen eso, no", agregó el ministro.
Este episodio, más allá de los protagonistas, se convirtió en un termómetro de la polarización que atraviesa el país y la sensibilidad ante las medidas de ajuste del gobierno.
Mientras que algunos internautas y medios mostraban precios más bajos de empanadas para desacreditar a Darín, otros señalaban que la discusión de fondo no tenía que ver con las diferentes opciones y precios que se ofrecen, de acuerdo a su calidad, sino al desfasaje real entre los ingresos de los argentinos y los precios de los alimentos, entre otros bienes básicos.
En las redes sociales, el cruce se volvió tendencia bajo la palabra "empanadas", con s divididos entre quienes apoyaban la postura de Darín, resaltando la preocupación por la gente, y aquellos que respaldaban a Caputo, criticando lo que consideraban una visión parcializada del actor.