Un reciente estudio sugiere que el cronotipo —los momentos del día en los que una persona prefiere o tiende a estar despierto y dormido— puede influir en el riesgo de deterioro cognitivo.
El artículo, que analizó el rendimiento de unos 23.800 participantes en una prueba cognitiva durante un período de 10 años, reveló que una persona noctámbula o "búho nocturno", con un ciclo de sueño tardío, podría tener mayor riesgo de sufrir, con la edad, un mayor deterioro cognitivo en comparación con una persona matutina o "alondra madrugadora". Los resultados fueron publicados en una revista de prevención de la enfermedad de Alzheimer.
Los investigadores destacan que la calidad del sueño es un mediador clave en la relación entre el cronotipo y el deterioro cognitivo. Las personas con cronotipos que favorecen horarios de sueño no convencionales podrían experimentar una menor calidad de sueño, lo que a su vez podría contribuir al deterioro de las funciones cognitivas con el tiempo. También se observó un mayor declive en las personas con mayor nivel educativo: un retraso de una hora en el ciclo sueño-vigilia correspondió a un declive de 0,8 puntos en la cognición durante 10 años.
Conductas negativas nocturnas
La autora del estudio, Ana Wenzler, señaló que otros comportamientos relacionados con el estilo de vida, como el consumo de alcohol, la actividad física y el tabaquismo, también pueden mediar en la relación entre el cronotipo y la salud cognitiva, y que estos están más presentes en las personas nocturnas. Explicó que estos factores podrían amplificar o mitigar el impacto del cronotipo en el riesgo de deterioro cognitivo.
"Las personas con un cronotipo tardío presentan con mayor frecuencia conductas poco saludables, como un mayor consumo de alcohol, inactividad física y tabaquismo", explicó Wenzler.
El estudio finalmente sugiere que el cronotipo puede ser un factor de riesgo potencial para el deterioro cognitivo, influenciado por la calidad del sueño y otros comportamientos de salud. Estos hallazgos podrían tener implicaciones para estrategias de prevención y promoción de la salud cognitiva a lo largo de la vida.
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