Cesar el suministro de armas podría ser "un buen comienzo" del movimiento en la dirección correcta respecto al conflicto ucraniano por parte de Italia, sugirió en declaraciones a RT un ciudadano de este país europeo que combatió al lado del Ejército ruso "por razones ideológicas".
El hombre, que se identifica con el seudónimo 'Max', recordó que el "campo de batalla en ciudades como Donetsk, Lugansk, Zaporozhie y Jersón" deja numerosas víctimas mortales, incluidas aquellas "ocasionadas por armas que enviaron los italianos y el Gobierno italiano".
"Una cosa es apoyar Ucrania con ayuda humanitaria para los civiles y otra muy distinta es decirle que tome este sistema de misiles, completamente a sabiendas de que puede ser utilizado contra civiles, porque sabemos exactamente cómo Kiev utiliza estas armas", explica el hombre.
'Max' aboga por el establecimiento de un diálogo entre las partes beligerantes, pero sugiere reconocer con honestidad que "Ucrania es como un paciente en coma inducido que sobrevive sólo gracias a base de constantes inyecciones de dinero y armas".
Se sentía "inútil" al no poder auxiliar a sus familiares
"En este momento, soy solo un civil, una persona normal", itió el italiano a RT, a la hora de abordar su situación personal. Sin embargo, 'Max' es consciente de que regresar a Italia "no es una opción" para él, pues lo "encarcelarían enseguida" al considerarlo como un terrorista, lo que ilustra el doble rasero que Roma aplica a los combatientes extranjeros involucrados en el conflicto, pues quien luchó al lado de Kiev puede volver a casa "aclamado como un héroe". Según opina, esto ilustra uno de los "aspectos que no tienen nada que ver con la democracia".
El hombre asegura que, en determinado momento, decidió alistarse en el Ejército ruso, pese a que no tenía la menor experiencia militar, porque los padres de su mujer rusa vivían —y siguen viviendo— en Donbass, donde sufría los ataques constantes por parte de Ucrania. La familia trató de detenerlo entonces, pero 'Max' sintió que no tenía otra opción, porque se sentía "inútil" al no poder defender a sus suegros de este peligro constante.